El grupo socialista en el Congreso de los Diputados ha registrado este jueves una proposición de ley para abolir la prostitución.

Y yo me pregunto, qué les han hecho a sus señorías del PSOE los comegambas de los sindicatos y sus cofrades andaluces, porque, si la propuesta prospera, van a ser algunos de los más perjudicados.

No es broma.

Miren. La última encuesta del INE, en la que se preguntaba a los españoles sobre el uso de la prostitución, reveló que un 25 % de los hombres habían utilizado ‘servicios sexuales’ alguna vez en la vida.

La inmensa mayoría de ese contingente de puteros es anónima, pero merced a la multimillonaria estafa de los EREs conocemos varios nombres e identidades. Incluso filiaciones políticas.

En el juicio por lo que es el caso más grande de corrupción de Europa, cuya sentencia definitiva esta retrasando el Tribunal Supremo con la excusa de no querer influir en las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio, el chófer de unos de los directores generales condenados, reconoció que se gastaba 25.000 euros al mes en comprar cocaína para consumo propio y de sus jefes socialistas.

Del dinero de las ayudas europeas que destinaron a putas, burdeles de carretera y casas de lenocinio variopintas, no facilitó una cifra concreta, pero imaginamos que fue un pastón.

En Alemania, Holanda, Suiza, Hungría, Letonia, Austria y Grecia, la prostitución es legal; mientras que en Suecia, Noruega y Francia, está castigada y se persigue al ‘cliente’. En Portugal e Italia no está regulada, como ocurre en España, aunque aquí y como no podía ser de otro modo, se penalizan el proxenetismo y la explotación forzada.

No sé en qué acabara la ley contra la prostitución, pero esta claro, si se buscan consumidores, hacía donde hay que comenzar apuntando.

Por cierto, que veo a Pedro Sánchez bastante nervioso.

La semana pasada llamó ‘mangantes’ a Rajoy y sus ministros. Este miércoles, insultó a los policías y guardias civiles desplazados a Cataluña para frenar el golpe de 2017 con el epíteto de ‘piolines’, la jerga que usan despectivamente Rufían, los de ERC y compinches separatistas.

Creo que ya se ha dado cuenta el gran mentiroso de que se les están torciendo las cosas. Si pierde las elecciones andaluzas del 19 de junio sumará su tercer castañazo consecutivo en las urnas, tras los de Madrid y Castilla y León.

En verano, el BCE comenzará a subir los tipos y a reducir las compras de deuda. Se encarecerán la hipotecas, seguirá al alza la inflación, se ahondará la crisis y lo que ahora es malo, se pondrá peor.

Como para no ponerse nervioso Sánchez e histérico ese pozo de ambiciones en que ha terminado el PSOE.