No hay día en que la popular Isabel Díaz Ayuso no sacuda al socialista Pedro Sánchez.
La presidenta madrileña descubrió durante la dura campaña previa a las elecciones autonómicas de 2021 que perfilarse como rival directo del okupante de La Moncloa daba réditos. Máxime cuando el líder del PSOE, con una torpeza digna de estudio, optaba cotidianamente por volcar contra ella todo su aparato de propaganda y maniobraba sin descanso para erosionar su figura.
Funcionó en las urnas la fórmula a Ayuso.Los resultados de las elecciones del 4 de mayo de 2021 en Madrid fueron una 'hazaña'. Sólo dos años antes, en 2019, el mapa de los resultados autonómicos en los 179 municipios madrileños estaba teñido mayoritariamente de rojo, con algunos puntos anaranjados y unos cuantos más azules. Es decir, el partido más votado en las autonómicas de 2019 en Madrid fue -también territorialmente- el PSOE, seguido a distancia por el PP, con un pujante tercer lugar para Ciudadanos; todo ello trufado con Más Madrid como partido emergente.
El vuelco del 4-M fue espectacular. Isabel Díaz Ayuso pasó de 719.852 votos (un 22,23%) y 30 diputados, en 2019, a 1.631.608 votos (un 44,76%) y 65 escaños, en mayo pasado: quedó a solo cuatro escaños de los 69 que marcan la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid. La distancia con el segundo partido, que no fue el PSOE sino Más Madrid, fue de más de un millón de votos de diferencia.
Esa impresionante subida de Ayuso -más de 900.000 votos en solo dos años, con más del doble de votos, porcentaje y escaños- tiñó por entero el mapa de Madrid de azul. El PP fue el partido más votado en 176 de los 179 municipios madrileños.
Y la cosa sigue, porque Isabel Díaz Ayudo le ha cogido gusto a eso de darle palos a Pedro Sánchez y sus compinches.