Que los futbolistas recurran a los engaños para ser beneficiados por el arbitraje es algo que se da en todos los niveles y en todas las ligas; incluso, hasta el mejor jugador del mundo recurre a esas 'mañas'. Y es que basta con recordar la Final del Mundial de Clubes 2009, entre Barcelona y Estudiantes de La Plata, un duelo que pitó el árbitro mexicano, Armando Archundia, y que tuvo que mostrarle la tarjeta amarilla a Lionel Messi, porque intentó engañarlo. Desmentir al mejor jugador del mundo en la cancha no es fácil, pero a Archundia no le tembló la mano y dejó callado a la Pulga, cuando éste insistía en que le habían pegado, pero el silbante le llevó la contraria y lo dejó en silencio con la amonestación. Archundia reveló que nunca le tocó marcar un penal inexistente, pues tenía una estrategia para identificar los engaños dentro del área e incluso, esa forma de analizar se la ha dicho a otros colegas para que no caigan en esos errores. Armando Archundia es uno de los mejores silbantes que ha tenido el futbol mexicano, tiene en su currículo dos Copas del Mundo (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010), tres Mundiales de Clubes (2005, 2008 y 2009), así como participaciones en cinco ediciones de Copa Oro.