Como un resorte automático, desde que cayó la primera bomba en territorio ucraniano, una solidaridad inversamente proporcional a la agresión de Putin se despertó entre los más de 112.000 ucranianos que hay en España. Se inició una ola de empatía con el país agredido por Rusia a la que la sociedad española se ha subido conmocionada por la violencia rusa y la actitud despótica del “sátrapa” Putin, como le ha calificado el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.