Los blooms son esculturas impresas en 3D diseñadas para animarse al girar bajo una luz estroboscópica. A diferencia de un zoótropo 3D, que anima una secuencia de pequeños cambios en los objetos, un bloom se anima como una única escultura autónoma. El efecto de animación de la flor se consigue mediante rotaciones progresivas de la proporción áurea, phi (ϕ), la misma proporción que emplea la naturaleza para generar los patrones espirales que vemos en las piñas y los girasoles. La velocidad de rotación y la frecuencia de la luz estroboscópica de la flor están sincronizadas para que se produzca un destello cada vez que la flor gira 137,5º (la versión angular de phi). La forma y el comportamiento particulares de cada floración están determinados por una semilla paramétrica única que llamo phi-nomio.