Menores asesinados en atentados homicidas contra sus padres; adolescentes emparentados con criminales apresados, que son acribillados; niños que reciben balas perdidas porque la casa vecina fue atacada; quinceañeros muertos a tiros en las guerritas del narcomenudeo.
Los detalles, en la edición impresa del Semanario ZETA.