Han sido meses de silencio en lo que se refiere al proceso de divorcio de Brad Pitt y Angelina Jolie, uno de los más arduos y complicados de la historia de Hollywood, pero parece que la batalla ha vuelto a reavivarse. El motivo de su disputa es la fabulosa residencia en la Provenza francesa, el Château Miraval, donde la expareja adquirió unos viñedos y una finca valorada en 140 millones de euros y donde se casaron en agosto de 2014. El actor ha denunciado ahora a su exmujer por la venta de su parte de la residencia.
(Fuente: DPA/Tráilers)