Londres (R.Unido), 26 ene (EFE).- (Imagen: Clàudia Sacrest) Acosado por el escándalo de las fiestas en Downing Street, el primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró este miércoles a la defensiva en su comparecencia semanal ante el Parlamento, cuando rechazó dimitir mientras espera las conclusiones de un informe interno y una investigación policial.
En una tensa sesión en la Cámara de los Comunes, el líder laborista, Keir Starmer, le preguntó sobre si pensaba dejar su cargo, dado que, en contra de lo que el jefe del Gobierno argumentó durante meses, se ha demostrado que hubo festejos en su residencia y despacho oficiales en posible violación de las restricciones por la pandemia.
IMÁGENES DE RECURSO DE LA SALIDA DEL PRIMER MINISTRO, BORIS JOHNSON, DEL NÚMERO 10 DE DOWNING STREET, PARA DIRIGIRSE A LA CÁMARA DE LOS COMUNES. E IMÁGENES CEDIDAS POR EL PARLAMENTO