Después de una elección presidencial, generalmente transcurren días en que el gobierno saliente realiza los protocolos para dejar el poder, y el nuevo presidente anuncia el nuevo gabinete para gobernar una vez esté instalado en el Ejecutivo. Deberían ser días de estabilidad política, pero no lo ha sido en Honduras, donde hemos visto tensión, golpes, protestas y juntas directivas paralelas en el Congreso, a días de que la nueva presidenta, Xiomara Castro, asuma el poder.