Es lo que sucede cuando no hay argumentos.

Determinados políticos recurren al innoble arte del insulto y de la grosería cuando no pueden desmontar las intervenciones de sus opositores ideológicos.

Soltarle a un concejal un frase de este tipo: "Lávase la boca porque su halitosis llega hasta aquí" deja bien a las claras cuál es el nivel de zafiedad al que son capaces de llegar algunos.

La 'perla' de marras es del concejal delegado de Presidencia, Modernización, Gobierno Abierto y Educación de Fuenlabrada, Isidoro Ortega López (PSOE).

El representante socialista de este municipio madrileño no encajó bien las críticas realizadas por Carlos Martínez, edil de VOX, quien había planteado una moción para acabar de una vez por todas con el enchufismo y los contratos otorgados a dedo.

Esta fue su intervención:

Esta moción trata de acabar con la corrupción y con la adjudicación de los contratos y ofrecer más transparencia de cara a los fuenlabreños, que puedan saber quiénes están detrás de las empresas a las que se les adjudican los contratos públicos.

Esta medida trataría de clarificar ese tipo de adjudicaciones que se hacen a dedo, sin concurso público y que son objeto de múltiples investigaciones judiciales. Me estoy refiriendo a los contratos menores.

A nosotros nos gustaría saber qué primo o qué amigo hay detrás de esas empresas que se está enriqueciendo a costa de los fuenlabreños. Y este es el motivo por el que el PSOE votará en contra, porque no quieren que los fuenlabreños conozcan quiénes están detrás de esos contratos que se adjudican. Como siempre, el PSOE tan atento y tan considerado con la transparencia.

El socialista Isidoro Ortega saltaba como un poseso:

¡Le recomiendo que se lave usted la boca un poco porque su halitosis llega hasta aquí! Es una intervención demoledora la que usted ha realizado sobre un asunto que nada tiene que ver.