Santo Domingo, 1 dic (EFE).- Madres separadas de sus hijos, deportaciones de mujeres en proceso de parto, menores dejados a su suerte en un país que les resulta extraño. Son las consecuencias más dramáticas de las medidas que ha comenzado a aplicar el Gobierno dominicano para controlar la migración irregular procedente de Haití.
Imágenes: María Montecelos.
Edición: Ana Gabriela Santamaría.