La solidez de la palabra de Pedro Sánchez se asemeja a la de un castillo de naipes.
El presidente del Gobierno de España no tiene empacho en cambiar de criterio y creer que los ciudadanos tienen memoria de pez.
El último esperpento perpretrado por el inquilino de La Moncloa se centra en el uso de las mascarillas.
18 de junio de 2021, el jefe del Ejecutivo asistía a la clausura de la XXXVI reunión del Círculo de Economía, donde anunció que ese será el último fin de semana en el que el uso de la mascarilla en exteriores será obligatorio:
Vamos a celebrar un Consejo de Ministros extraordinario el próximo jueves, en el que vamos a proponer a la sociedad española que no sea obligatoria la mascarilla en espacios libres a partir del sábado 26 de junio.
Volveremos a disfrutar en la calle de una vida sin mascarilla. Gracias al cumplimiento de esta planificación, este será el último fin de semana con mascarilla en los exteriores porque el próximo 26 de junio no llevaremos mascarilla en espacios libres.
Sin embargo, solo han pasado cinco meses desde ese anuncio y ahora el mandatario socialcomunista muda nuevamente de criterio.
Sánchez, que tan feliz se las prometía, le está viendo las orejas al lobo.
Lo que está sucediendo en media Europa, con Austria confinándose dentro de unas horas, a partir del 22 de noviembre de 2021, y con la incidencia disparada en Países Bajos, Alemania, Reino Unido o Bélgica, ha metido el miedo en el cuerpo al presidente.
Pero, obviamente, no va a reconocer que se precipitó en su primera decisión sobre acabar con el uso de las mascarillas en exteriores. Así que, ni corto ni perezoso, el 20 de noviembre de 2021 presumía en el congreso de los socialistas canarias del uso de la mascarilla:
Y ahora que estamos viendo que la incidencia acumulada se eleva de nuevo en nuestro país, muy por debajo de lo que está ocurriendo en otras partes de Europa, confiemos en nuestra propia estrategia. Pongámosla y continuemos con ella en marcha. Sabemos cuales son las recetas, sabemos cuales son los remedios. Se llaman vacunación y mascarilla, mascarilla y vacunación. Así es como vamos a mantener a raya al virus. Así es como vamos a consolidar los espacios que hemos reconquistado al virus y así es como vamos a relanzar nuestra economía e intensificar la creación de empleo, con mascarillas y con vacunación.