El Gobierno etíope y la milicia de la región de Tigray han cometido graves violaciones de derechos humanos, algunas de las cuales pueden ser consideradas incluso crímenes de guerra, según declara un informe presentado este miércoles por Naciones Unidas. El documento atestigua la realización de ejecuciones extrajudiciales, tortura, violaciones y ataques contra refugiados y desplazados.