Cada año, desde octubre, la panadería Real-Inn presume una variedad de panes artesanales, calificados así porque “cada pan lleva su receta”. Y es que a la masa se le respeta. Salomón Hernández, cabeza de este negocio desde 1993, explica cómo las panaderías “de cadena” utilizan una sola masa, una sola receta, “entonces la concha sabe a concha, y la rebanada sabe a concha, ¡y el pan de muerto sabe a concha!