La infamia de Pedro Sánchez no tiene límites.
Y la de ese PSOE que le sigue sumiso y por lo tanto es culpable de todas las tropelías del presidente del Gobierno, tampoco.
Como escribe hoy en Twitter Rosa Díez, si aún no han legalizado una cruz gamada para identificar españoles y constitucionalistas en Cataluña es porque los golpistas de ERC aun no lo han pedido.
Porque si se han plegado a las exigencias de los etarras y han votado ya en contra de ilegalizar los homenajes a los asesinos y secuestradores que salen de prisión.
Los mismos que impulsan una ley, para que nos cierren, nos frían a multas o nos encarcelen a los que todavía nos atrevemos a decir que los socialistas fueron responsables de la Guerra Civil del 36 y gestionaron con enfermiza crueldad cientos de chekas y decenas de miles de ejecuciones, no quieren molestar a los fanáticos del tiro en la nuca y el coche bomba, no vaya a ser que no le aprueben los presupuestos a su jefe.
A Sánchez, el PSOE y sus compinches les importan un comino la verdad, la justicia, la libertad y hasta el bienestar o las penurias de los españoles.
El Gobierno socialcomunista ha vetado en el Congreso una propuesta del PP para reducir un 20% el recibo de la luz a todas las familias.
Sánchez y sus compinches se han negado, argumentando que supondría que el Estado recaudaría unos 900 millones menos y que no necesitan ese dinero.
Hemos estado mirando para que precisan con tanta urgencia de esos impuestos y creo que hemos encontrado la respuesta.
Sánchez necesita esos 900 millones para seguir regando el chiringuito del Ministerio de Igualdad, que el año que viene tendrá un presupuesto de 525 millones, para comprar votos con el bono de 400 euros, que permitirá a los chavales que cumplan 18 años en 2022 adquirir videojuegos.
Sumen a eso los 225 millones en forma de ‘chequevoto’ al alquiler juvenil y cuadran las cifras.
A usted lo van a asar a la parrilla con la electricidad más cara de la Historia, pero los amiguetes de Irene Montero se lo van a pasar de cine en sus chiringuitos. Y todo a cuenta suya.