La frasecita perseguirá de por vida a Reyes Maroto.

Apenas habían pasado unas horas desde que el 19 de septiembre de 2021 reventase por los aires la habitual tranquilidad de la que hace gala la isla de La Palma con la erupción del volcán de Cumbre Vieja cuando a la ministra de Industria y Turismo no se le ocurrió sino decir esto:

Desde Turespaña y desde las embajadas vamos a dar toda la información para que la isla de La Palma se convierta en un reclamo para los turistas que quieran ver este espectáculo tan maravilloso de la naturaleza.

Pues bien, a pesar de que es cierto que la titular de esa cartera matizó sus declaraciones, lo cierto es que cada día que pasa, y ya este 10 de octubre de 2021 comienza la cuarta semana de emanación de lava, la destrucción en la zona de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte es cada vez mayor.

De hecho, en la tarde-noche del 9 de octubre de 2021 se producía un nuevo episodio que ha puesto a temblar a los pocos habitantes del área de influencia del volcán que aún no se habían visto afectados por las coladas.

El colapso del flanco norte de Cumbre Vieja volvía a poner en alerta a los vecinos.

Y es que no es para menos el miedo y la desesperación entre los habitantes que aún tienen intactas sus residencias y empresas cerca del volcán.

Según los datos a día 9 de octubre de 2021, la lava ya ha sepultado cerca de 500 hectáreas y se ha llevado por delante, bien por completo o bien parcialmente alrededor de 1.300 edificaciones.

Igualmente, más de 5.500 hectáreas de terreno, una gran parte destinada a la agricultura, han resultado afectadas por la lava y la ceniza.

También más de 40 kilómetros de carretera han quedado inservibles por la acción eruptiva del Cumbre Vieja.