Más de 10.000 ingenieros militares españoles llegaron hace un siglo al norte de África para participar en la campaña desarrollada en la zona del antiguo protectorado español de Marruecos, una tarea que les llevó tanto a participar en el apoyo a las operaciones militares como a levantar puentes y construir otras infraestructuras dentro de un territorio que carecía de ellas y que presentaba una orografía extremadamente complicada.