Quito, 29 sep (EFE).- El Gobierno de Ecuador, tras la masacre en una cárcel de Guayaquil, declaró estado de excepción en el sistema penitenciario y abrió la posibilidad para que militares y policías ingresen en esos centros, con el objetivo de desmantelar bandas violentas que libran una guerra por el control de las prisiones.