De circo. Pedro Sánchez, al que desde la ONU aconsejaron reiteradamente que se limitase a mandar un vídeo de tres minutos, como iban a hacer casi todos los mandatarios del mundo, se gasta un pastón de nuestros impuestos en desplazarse a Nueva York y allí, desde la tribuna de Naciones Unidas lanza un discurso en el que alerta de que la democracia está amenazada".
Y a uno, que no es malpensado, lo primero que se le ocurre es que el líder del PSOE, en un sorprendente acto de sinceridad, de lo que avisa es de que sus maniobras contra el Poder Judicial y otras trapacerías, amenazan la democracia española.
Félix Bolaños, ministro de la Presidencia y mano derecha de Sánchez, se reúne con los proetarras Aizpurua y Matute y en la foto sonríe como un idiota, mientras los amigos de los terroristas manifiestan a los periodistas estar preocupados por "el auge de los discursos y actitudes de odio" en España.
No se referían los facinerosos a sus homenajes al asesino Parot, sino la conducta de Santiago Abascal, Ivan Espinosa de los Monteros y Macarena Olona, a los que piden a sus amigos socialistas que se ilegalice cuanto antes.
Y para rematar, viene a continuación el Gobierno PSOE-Podemos, el mismo que no ha dado un euro a los cientos de miles de hosteleros, autónomos y comerciantes españoles arruinados y les suelta a Monedero y compañía, 12.600 por hablar un ratito sobre ‘la Unión Europea post pandemia’.
Organiza el guateque, el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Además de Monedero, trincan en este affaire Lucía Muñoz, diputada de Podemos, María Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada de Podemos; Idoia Villanueva, secretaria de Relaciones Internacionales de Podemos y Marga Ferré, alto cargo de Izquierda Unida.
Se hará telemáticamente y a la vista de los participantes podría haberse titulado “el socialcomunismo tras la pandemia o cómo seguir llevándoselo crudo a cuenta del sufrido contribuyente español”.