Con el paso del tiempo, la lectura de libros ha perdido su esencia: esa que la hacía herramienta de poder para aquellos que la poseían y que permitía a todo el que tenía un libro en la mano, evadirse y abrir la mente más allá de los tabús impuestos en la cultura, la religión y la sociedad.
En la sociedad actual, la lectura se realiza más por imposición que por placer, cosa que está llevando a los jóvenes a no comprender el significado profundo que se encuentra detrás de un puñado de letras, palabras y oraciones. Han dejado de disfrutar para obedecer a lo que les dictan y esto impide que puedan desarrollar con gusto su vocabulario y su facilidad de comprensión y de escritura a través de todo lo que ofrece leer. Por eso, es fundamental dar con libros para adolescentes que sean capaces de despertar ese fascinante amor por la lectura.
La llegada de las vacaciones significa borrón y cuenta nueva para empezar el nuevo curso con fuerza. Los adolescentes, lejos de evadirse de todo, repasan la materia del año anterior, no se despegan del smartphone y de sus apps con juegos o no paran de contar historias junto a sus amigos en la piscina.
Es una época en la que el aburrimiento es uno de los principales protagonistas (sobre todo a partir de la segunda quincena de julio, cuando ya el fin de curso está un poco olvidado) y es por eso que puede ser una muy buena oportunidad para invitar a la lectura, tanto a niños como a adolescentes. Hay muchos libros recomendados para adolescentes que pueden captar mejor su atención, por eso, conocerlos, puede sernos de gran ayuda para "empujarles" al fantástico mundo de la literatura.
Invitarles a leer sigue siendo un gran reto al que se enfrentan adultos con adolescentes (que, además, se irritan con total facilidad). Para conseguirlo, nada como marcarle un referente paterno desde pequeño al que le guste leer: lo tomarán como un hábito más al que accederán cada vez que no tengan nada que hacer y, además, les ayudará en su desarrollo intelectual y su imaginación.
¿Cómo podemos inculcarle el gusto por la lectura?
La tarea es muy sencilla: simplemente no obligándoles a leer un libro determinado. Dejando que sean ellos mismos quienes elijan (sea por la portada, por el argumento o por la temática) ese libro que más les llame la atención y siendo conscientes de que hay libros para adolescentes que serán más de su agrado, aunque puedan no coincidir con nuestros gustos literarios. Solamente así podrá evadirse gracias a él. Y esto es algo que no solamente conviene hacer en casa: obligar a leer un libro específico en el colegio puede llevarles a no desarrollar el gusto por leer. Pues, tal y como afirma Daniel Pennac “el verbo leer no tolera el imperativo”.