No transige con la nueva Ley de Universidades del podemita Manuel Castells.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, calza un soberbio revés al titular ministerial por la nueva Ley de Universidades y anteproyecto de Ley de Convivencia Universitaria.

La líder popular está en contra de un cuerpo legislativo que solo parece perseguir un fin, el de desincentivar al alumno estudioso.

De hecho, uno de los aspectos destacados en ese cambio normativo es que no se castigará como falta leve que el alumno copie en los exámenes, al tiempo que tampoco se le quitará la beca por tal motivo.

Ayuso critica abiertamente que con este nuevo marco normativo el papel de los rectores va a quedar relegado a la mínima expresión.

Asimismo, asegura que se está ante una nueva Ley de Universidades que lo única que fomentará será la irresponsabilidad de una parte del alumnado:

Esta Ley busca consagrar la irresponsabilidad de los alumnos, al desvincular la concesión de una beca del esfuerzo en el estudio, olvidando así una vez más que donde no se premia el esfuerzo, se fomenta la desigualdad; y al ser más permisivos con el hecho de copiar o el plagio.

La presidenta de la Comunidad de Madrid también pone el acento en la preocupante posibilidad, más que real, de que las Universidades se conviertan poco menos que en lugares en los que reine la anarquía:

Se promueve la irresponsabilidad al ser más transigentes con los destrozos del patrimonio universitario, del mobiliario, y, lo que temo aún más: con la libertad de los demás alumnos y del personal docente, porque sospecho que la nueva ley quiere dar vía libre a la ocupación de los campus por parte de grupos extremistas, a la politización morbosa de la vida universitaria. Esta politización abre el camino a los violentos, a los que quieren convertir las universidades en sus propios guetos.

Para Ayuso, en estos mismos momentos, la Universidad española se encuentra en máximo peligro:

La universidad está en peligro porque se atacan todas sus bases, empezando por la más fundamental, que es la verdad. Se la aísla mientras mientras se politiza, se infiltran ideologías y se favorecen endogamias. Y no solo eso, abre el camino a los violentos.