Hasta el día de hoy, este es el mayor incidente reportado en Afganistán desde la toma de Kabul por los talibanes el pasado domingo.
Sucedió el miércoles en Jalalabad, la capital de la provincia de Nangarhar, y una de las últimas ciudades en caer en manos de los talibanes. “Los manifestantes querían colgar la bandera nacional tricolor en vísperas del aniversario de la independencia de Afganistán del Imperio Británico, y se opusieran a sustituirla por la bandera blanca que representa el Emirato Islámico de los talibanes”, explicó a la agencia EFE un ciudadano que pidió mantener el anonimato.
Los talibanes respondieron con fuego real. Primero “disparando al aire”, y luego, en un momento de máxima tensión, también contra la masa de manifestantes. Según la misma fuente, tras la mediación de líderes tribales, los insurgentes aceptaron que se colgara la bandera tricolor “hasta que se establezca el nuevo Gobierno”.
Al menos dos personas murieron durante la protesta y varias otras resultaron heridas, según el medio afgano Khaama Press, que cita a varios testigos no identificados.