París (Francia), 9 ago (EFE/EPA).- (Imagen: Christophe Petit-Tesson) Los franceses empezaron este lunes a utilizar el controvertido certificado sanitario, cuyo obligatoriedad se extendió hoy también a bares, restaurantes, cafés, trenes y otros lugares que acogen al público, en un primer día marcado por la resignación de unos y la pedagogía de las autoridades antes de poner multas.
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