Este 13 de junio de 2021, en los juzgados de Alcobendas, ha comenzado nuestra batalla legal contra ATRESMEDIA, dueña de Antena 3, LaSexta y Onda Cero.
Hay una frase que siempre me ha llegado al fondo.
No es de Napoleón, Einstein o Woody Allen Bonaparte, sino del Evangelio de San Mateo:
"La grandeza de un hombre se mide por la talla de sus enemigos".
Pues si a Periodista Digital, además de por el tamaño de nuestros enemigos, nos miden por la catadura de estos, seguro que aparecemos en lo más alto del ranking, porque desde nuestro nacimiento como diario online, hace ya más de dos décadas, hemos tenido reiteradamente rivales de la peor ralea.
Cuesta imaginar en el mundo de la comunicación algo más descomunal que Atresmedia, que, en su propia página web corporativa, bajo el epígrafe ‘Quiénes somos’, afirma ser: “el Grupo líder de Comunicación en España y la única compañía audiovisual con posiciones clave en todos los sectores en los que opera y que, a través de Planeta, hasta controla el diario La Razón.
Pues este colosal grupo, con una plantilla de 2.500 empleados, ingresos de más de 1.000 millones de euros al año y cuyo equipo directivo, con bonus millonario, es cinco veces más numeroso que la plantilla de Periodista Digital, nos demanda en los juzgados y exige la friolera de 100.000 euros ‘como indemnización por daños, incluidos los daños de imagen reputacional’, que les ocasionan nuestras informaciones.
Cierto que Periodista Digital es el único medio español que osa criticar el quehacer profesional de los Ferreras, Wyoming, Evole y compañía o que entra a fondo en la labor periodística de LaSexta, Antena 3 u Onda Cero, pero es nuestra obligación como periodistas hacerlo.
Rechina y hasta suena ridículo lo que argumenta Atresmedia, pero hoy ha comenzado el juicio y no vamos a dar un paso atrás, ni para tomar impulso.
Este monstruoso conglomerado nos exige un suma enorme, alegando que algunos artículos de Periodista Digital, un diario online enfocado esencialmente al análisis, valoración y entretelas de los medios de comunicación y sus protagonistas, donde se ha criticado la manipulación de encuestas y la difusión de información sesgada, han puesto en evidencia la voluntad del Gobierno socialcomunista de comprar a grupos mediáticos con ayudas multimillonarias y han puesto el foco sobre la ambición de opulentos directivos en una época en que España era duramente azotada por la pandemia de coronavirus.
Este 13 de julio de 2021 ha empezado el juicio.
Nos jugamos mucho, pero estamos seguros de que prevalecerán el derecho a informar, la opinión fundada y la libertad de expresión, sobre los afanes censores de los poderosos multimillonarios de la comunicación y el entretenimiento.
ALFONSO ROJO