Santa Cruz De Tenerife, 6 jul (EFE).- La historia de "Morgan", la única orca sorda bajo cuidados humanos en el mundo, ha sido llevada al cortometraje como emblema de una petición científica: medir los ruidos submarinos para conocer el estado de salud de los océanos comenzando por los espacios incluidos en la Red Natura 2000. "Morgan", que significa "Venida del mar", protagoniza bajo la denominación de "La orca valiente" un corto de animación producido por Loro Parque en el que se narra su historia de superación desde que fue rescatada hace 11 años en el Mar del Norte, desnutrida y sin su grupo familiar, hasta su llegada a las instalaciones homónimas de Tenerife. Allí se le detectó una deficiencia auditiva severa que, en libertad, le impediría comunicarse con su grupo familiar y cazar, y que en las dependencias de Loro Parque se ha solventado con un sistema de comunicación por luces. Ahora "Morgan", que fue madre en 2018, pesa casi 2.000 kilos y ha superado en longitud a dos de sus compañeras del recinto tinerfeño, explica a EFE Javier Almunia, director de Loro Parque Fundación, quien subraya que la idea del corto es además atraer la atención sobre cómo los ruidos submarinos generados por la actividad humana afectan a los animales, y esta orca con déficit auditivo es la ideal para ello. Entre otros motivos, porque se ha detectado que en los animales que aparecen varados hay cada vez con mayor frecuencia problemas auditivos, lo que se ha constatado sobre todo en delfines. Ello ha coincidido con el aumento continuo y en algunos lugares, de manera exponencial, de los ruidos submarinos, pero el problema es que hay muy pocos estudios realizados en el mundo, con la excepción de Australia, que tiene registros desde hace 20 años. En Canarias Loro Parque Fundación ha sido pionera con la instalación en 2020 de dos estaciones costeras de medición de ruido submarino en continuo, una en la bahía de Gando en Gran Canaria y la otra en La Restinga en El Hierro. La información recopilada se presentará en un congreso internacional sobre ruido submarino que organiza la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) y Javier Almunia subraya que habrá datos interesantes por cuanto la primera boya instalada, la de Gando y bautizada precisamente "Morgan", comenzó en operar en abril de 2020, durante el confinamiento, y la de El Hierro lo hizo a finales del mismo año, por lo que se podrá comparar la generación de ruido en función de la evolución del tráfico marítimo.