La primera en la frente. O en toda la boca, para ser más precisos. Pedro Sánchez ha tenido la caradura, este 3 de julio de 2021, de calificar ante un sumiso Comité Federal del PSOE, de "valentía" haber dado los indultos a los golpistas catalanes presos y se ha jactado de que ya se empiezan a notar los efectos positivos: "la serenidad se abre paso".
Y lo ha dicho el líder del PSOE, mientras sus subalternos le escuchaban embobados, apenas unas horas antes de que el indultado Oriol Junqueras, en una entrevista emitida en TV3, manifestase su nulo arrepentimiento, al afirmar que "repetiría el 1-O (el referéndum ilegal), pero mejor, siendo más y más fuertes, extendiendo la mano a más gente".
Es evidente que el indulto a los golpistas ha insuflado nuevos aires en el movimiento separatista, cuyos líderes mantienen frenéticas agendas desde que fueron puestos en libertad por Sánchez.
Junqueras acaba de volver de Ginebra, donde se reunió con la secretaria general de su partido, Marta Rovira, y la semana que entra tiene previsto acudir a Estrasburgo el martes para reunirse con eurodiputados y dar una rueda de prensa y a Bruselas el miércoles, donde se reencontrará con Carles Puigdemont.