Parece que Martín Casillas Carbonero está empezando a seguir los pasos de su papá con el balón. El pequeño está más gracioso que nunca, comenzando a chapurrear sus primeras palabras, consiguiendo que a Sara se le caiga la baba al hablar de él. La periodista reconoce que su hijo consigue sacar lo mejor de sí misma, convirtiéndose en su amor incondicional y su máxima prioridad. ¿Se animarán pronto los papás a darle un hermanito a Martín?
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