Cuando Alissa Sizemore tenía 8 años su vida dio un giro de 360º. Un día, mientras jugaba con sus amigas en la calle, la atropelló un coche. Quedó gravemente herida y fue trasladada de urgencia hasta el hospital. Sin embargo, su pierna estaba en tal estado que tuvieron que amputársela.
Transcurrió mucho tiempo hasta que Alissa pudo superar el trauma. Gracias a las donaciones recibidas de gente que se hizo eco de lo sucedido, sus padres pudieron conseguir el dinero necesario para comprarle una prótesis.
Ahora, dos años después del fatal accidente, Alissa puede volver a sonreír y a hacer lo que más le gusta; ¡bailar!
Y además...
¡Emotivo reencuentro de esta profesora y sus alumnos del instituto!
¡Un bebé muy bailarín!