A esta chiquitina su padre solo quiere hacerle el típico truco de la nariz y el pulgar. No contaba, eso sí, con la graciosa reacción de su hija. ¡La pequeña comienza a animarle diciéndole el buen trabajo que ha hecho al quitarle la nariz! ¡Es para comérsela!
Y además...
De lo más mono: ¡un cachorro Retreiver jugando con un cabritillo!
Un tributo a las madres: ¡Gracias, mamá!