¿Qué es lo primero que pensamos cuando vemos a un niño, en el súper o en un centro comercial, que empieza a gritar, a llorar y a dar manotazos? Exacto; en lo maleducado que es. Pero lo cierto es que tras una rabieta así puede haber escondido mucho más de lo que nos pensamos. Este vídeo de la Autistic Society de Estados Unidos lo pone en evidencia.