En un Clásico Regio no sólo se juega el orgullo de la ciudad. Hace 18 años ‘la cabeza’ de Ricardo Ferretti rodó por un resultado del derbi norteño, un día en el que un silencio incómodo inundó el vestidor de Tigres, tras ser humillados por Rayados en el Volcán y esa tragedia le costaría el puesto al Tuca.
Era la Semifinal Clausura 2003, los auriazules cayeron en casa 4-1, por lo que les iba a ser imposible remontar en la Vuelta en el Tec; se trataba de la primera vez que estos equipos se enfrentaban en Liguilla, por lo que la afición exigiría el cese del brasileño y la directiva se dejaría llevar por el momento, sin importar que el Bigotón les había dado lo que nadie: llegar a una Final (en 2001), ser constante en la Fiesta Grande y alejarlos del descenso.