La reina Isabel II, su familia más cercana y el Ejército han acudido al último adiós del duque de Edimburgo. Este sábado, ocho días después de su fallecimiento, ha tenido lugar su funeral, que ha dejado imágenes para el recuerdo. Con límite de aforo, distancia social y sin público, la ceremonia ha comenzado en Windsor con un cortejo fúnebre de carácter militar hasta la capilla de San Jorge. La reina llegó por su cuenta y de luto riguroso, mientras que el resto de los familiares, como el príncipe de Gales, el príncipe Guillermo o Harry lo hicieron tras el féretro, portado en un Land Rover muy simbólico para el duque.
(Fuente: The Royal Family)