Lo que ayer se vivió en Vallecas se recordará por mucho tiempo, como un nuevo intento de coartar la libertad y la democracia, y de nuevo con Vox como principal afectado. Desde la Delegación del Gobierno en Madrid no se adoptaron, ni de lejos, las medidas mínimas para evitar los incidentes, a pesar de que conocían perfectamente lo que iba a sucedes, después del llamamiento realizado desde la Podemos a los radicales de la extrema izquierda para reventar la presentación de la candidatura de Monasterio en Vallecas. Tal es así, que una piedra de importantes dimensiones, a punto estuvo de impactar en la cabeza del presidente de Vox, Santiago Abascal, mientras intervenía. Afortunadamente quedó en un susto.