En las redes, las imágenes que aparecen el vídeo han sido bautizadas como 'la caza del conejo proetarra'.
Corresponden a una de las raras ocasiones en las que la Policía Autonómica catalana se ha empleado con cierto vigor contra los manifestantes que han arrasado el centro de Barcelona, saqueando tiendas, incendiando contenedor, destruyendo mobiliario urbano y rompiendo oficinas bancarias, con la excusa de que defienden la libertad de expresión del rapero Hasél, violento apologista del terrorismo etarra y el balazo en la nuca.
Alentados por la evidente pasividad inicial de los Mossos d'Esquadra, que a diferencia de la Policía Nacional en Madrid suelen intervenir con bastantes remilgos y muchas cortapisas, los facinerosos han protagonizado este sábado, 20 de febrero de 2021, la quinta noche consecutiva de altercados violentos en la Ciudad Conda.
La Policía catalana ha vuelto a utilizar proyectiles de foam en la zona de Lesseps para contener a los descontrolados, que saquearon comercios, la Bolsa e incluso el Palau de la Música catalana, cuyas cristaleras han quedado hechas fosfatina.
En un intento patético de justificar lo injustificable, las autoridades catalanas dicen ahora que, detrás de los que protestan por Hasél ha ido aumentado el número de delincuentes comunes, cuyo único objetivo es pasarlo bien y robar.
Es una explicación como poco dudosa porque, desde el primer día, ha habido saqueos, robos y actos de pillaje contra comercios de todo tipo.