Alicante/Palma, 30 ene (EFE).- De la apatía al enfado pasando por el temor y angustia, así han vivido el primer mes de la salida efectiva del Reino Unido de la UE los británicos con residencia en España, una de las principales colonias de extranjeros que, en su mayoría, disfruta de la jubilación junto al Mediterráneo y en las islas. Los procedentes de Gran Bretaña son la cuarta nacionalidad foránea solo por detrás de marroquíes, rumanos y colombianos y la primera del Viejo Continente, con 262.123 personas, según el INE al 1 de enero de 2020, y han visto cómo el 31 de diciembre expiró el periodo transitorio acordado con Bruselas para culminar el Brexit. Uno de cada cuatro británicos (71.138) ha escogido algún punto cercano a las playas de la Costa Blanca de Alicante o de la Costa del Sol de Málaga (49.817) y, en menor medida, de Illes Balears (15.885), Almería (15.882), Barcelona (16.615), Murcia (15.024), Las Palmas (13.436) y Santa Cruz de Tenerife (13.098), con un perfil que responde a mayores que buscan un clima templado, buena comida y un poder adquisitivo favorable con óptimas comunicaciones y cobertura sanitaria gratuita. El pueblo hispano más "British" es San Fulgencio (Alicante), donde viven más que españoles (3.000 por 2.800) y su concejal de Turismo, el londinense de 58 años Darren Parmenter, ha explicado a Efe que el miedo y las restricciones de la pandemia de la covid-19 "han conseguido relegar la preocupación por el Brexit, del que ya no se habla tanto como antes". Al margen de problemas puntuales, como el desabastecimiento de algunos artículos alimenticios (carnes) o marcas concretas de su país (pan) en 'sus' supermercados de urbanizaciones, Parmenter ha asegurado que todos los que tenían en orden sus papeles no han visto alterado su día a día y continúan "muy contentos de vivir aquí".
INLCUYE DECLARACIONES DE SHARON HITCHCOCK, TESORERA DE LA ASOCIACIÓN BREXPATS IN SPAIN, CON SEDE EN MÁLAGA; DARREN PARMENTER, CONCEJAL DE TURISMO EN SAN FULGENCIO; Y ASCENSIÓN DUARTE, DUEÑA INMOBILIARIA SMART PROPERTIES EN SAN FULGENCIA. EDICIÓN Y LOCUCIÓN: ROSA IRENE MONSIVÁIS