Detener el alzhéimer se ha convertido en una prioridad para los investigadores. Recientemente, investigadores de la Universidad de California en Irvine han desarrollado un tratamiento que eliminó con éxito la acumulación de proteínas amiloides y tau en el cerebro. Se cree que estas placas son las responsables de desencadenar la neurodegeneración y, en última instancia, el deterioro cognitivo tan característico de la enfermedad. Los científicos sugieren que esta vacuna podría estar lista para ser probada en humanos en solo dos años. Los progresos de este fármaco evidencian que podría prevenir e incluso revertir otras enfermedades neurodegenerativas como el párkinson, el kuru o la enfermedad de Huntington.