En México la vacunación ha resultado polémica por el escaso número de dosis que han arribado durante diciembre, parte de la primera etapa destinada a la protección del personal médico.
Hasta el momento, la vacuna de Pfizer es la única que administra la Secretaría de Salud, cuyas características requieren de dos dosis aplicadas con 21 días de diferencia, lo que complica la estrategia y logística de distribución.
El país cuenta con la “red de frío”, infraestructura base en el esquema nacional de vacunación, lo que permitirá resguardar de manera correcta esta vacuna. Sin embargo, el alcance de dicha red es limitado, por lo que las comunidades más lejanas necesitarán de esquemas particulares, que contemplen la aplicación de vacunas desarrolladas por las demás farmacéuticas.
Sin embargo, la cobertura para 130 millones de mexicanos aún se ve lejana. A pesar de contemplar la aplicación a más del 70% de la población, el escenario más optimista permitiría que en marzo de 2022 se cumpla este objetivo, dependiendo mayormente del desempeño de cada entidad.