Todos teníamos el temor de que este año no pudiéramos celebrar Navidad como habíamos estado deseando, especialmente después de un año tan complicado. A pesar de las restricciones y las dificultades que se han ido presentando, el ser humano ha sido capaz de ver, en medio de la tormenta que Dios no muta, y la esencia de esta fiesta tampoco.