Matamoros (México), 18 dic (EFE).- El 2021 supone una luz de esperanza para los migrantes, confiados en que remita la pandemia y en que la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos suavice las políticas migratorias, circunstancias que, junto a las catástrofes naturales que azotaron Centroamérica, han convertido el 2020 en un año dramático.
"Estoy cansada, pero con la esperanza y confiando en Dios para que nos acepten legalmente”, explicó este viernes a Efe la cubana Onelia Alonso, varada en la frontera de Matamoros, municipio rayano del estado mexicano de Tamaulipas.
Imágenes: Marco Antonio Rodríguez
Edición y locución: Annia Hidalgo Vargas.