Un televisor, una computadora, las interrupciones eléctricas, la falta de aparatos tecnológicos para recibir docencia, son las problemáticas con las que cada día tres hermanitos de un barrio de la capital deben lidiar, en un año escolar a distancia obligado por el coronavirus.
Yuriel y Massiel Lantigua, de 13 y 14 años, respectivamente, y aunque para ellos es más fácil adaptarse a esta nueva modalidad que su hermanito de cinco años, aún no la comprenden.
A las dificultades mencionadas se suman la música a alto volumen de otras casas, el bullicio del vecindario, los anuncios de las guaguas vendedoras y el correteo de niños jugando en el entorno de su hogar en el sector de San Carlos.
Los adolescentes son estudiantes del Liceo de Educación Media Estados Unidos de América y han pasado, como todo el estudiantado del país, del ambiente de las aulas a un rincón u otro espacio de su vivienda.
https://listindiario.com/la-republica/2020/11/23/645331/muecas-de-inconformidad-al-tomar-las-clases-por-television