Alentados por el presidente Jair Bolsonaro, muchos brasileños han acudido a las armerías y clubes de tiro. El registro de nuevas armas creció en Brasil casi un 60% entre enero y agosto de 2020. Lo ha hecho después de que el Gobierno de Bolsonaro modificase en junio de 2019 diversos decretos y una ley para flexibilizar el acceso a las armas. Esta subida preocupa a las oenegés por el posible aumento de muertes por arma de fuego.