Podes amarlo u odiarlo, pero Franck Ribéry tiene un estilo de juego que no lo cambia ni siquiera teniendo a su hijo enfrente. ¿No me crees?. Mira este video en donde vemos como lo humilla con el control de balón y no solo le convierte el gol sino que le da una pequeña cachetadita en la cabeza ¡Eso no se hace Frack!