Una de las tres niñas que protagonizaron el vergonzoso acto racista en el Metro de Madrid ha querido reírse de sus críticos realizando un directo en Instagram. Mientras se exponía a las preguntas de los demás, fue contestando uno a uno a quienes la criticaban. “Lo que dije en el Metro es mi puta opinión y lo sigo pensando”, afirma. También reconoce que es una “chupapijos” y que es se cree “Dios”. El vídeo deja entrever cómo la educación en este país en algunas personas deja mucho que desear y, lejos de la realidad, la niña no parece arrepentirse de lo ocurrido, sino que está aprovechando la coyuntura para insultar y crecer como “influencer” en las redes sociales. Eso sí, como una referente racista entre los más jóvenes.
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