Rocío Flores acaba de pasar unos días en la capital para someterse a un nuevo retoque en su clínica estética de confianza. Y es que la exsuperviviente no ha dudado en confesar que se ha puesto ácido hialurónico en los labios y también en la nariz, para afinar el tabique. Sincera, y a pesar de las críticas, la hija de Rocío Carrasco no tiene ningún problema en decir lo que se hace.