Manila (Filipinas), 31 jul (EFE/EPA).- Con solo 18 años y dos hijos a su cargo, Jonathan Amarata perdió su trabajo como guardia de seguridad en un edificio de Manila cuando la ciudad entró en estricta cuarentena por la pandemia de COVID-19 a mediados de marzo, después de haber emigrado a la capital desde la isla de Cebú hacía meses.
Imagen: Francis Malasig.
Edición y locución: Concepción Domínguez.