Si hay algo difícil en el fútbol sala es convertir un gol con control del balón. Los espacios reducidos hacen que el juego sea distinto que el tradicional de cancha de 11 porque hay que recibir y tocar rápido para que el balón avance con mucha velocidad para poder sorprender en el arco contrario. Aquí este joven hace un milagro que es en carrera toma el balón en su área y termina definiendo sobre la salida del portero rival. ¡Un golazo!