A causa de la cuarentena, tiempo en el que su hermano era el que la había estado cuidando, y de que se contagió de coronavirus, Ismael llevaba dos meses sin ver a su burra de cinco años.
Según contó, él pensaba que quizá no lo reconocería, pero estaba muy equivocado.
Como se pudo ver en el vídeo viral, al llamarla, el animal subió el monte para acercarse a él y pedirle caricias.
"¿Dónde está mi burrilla? ¿Qué pasa? ¿Dónde has estado metida? Más bien, ¿dónde he estado yo?", comenzó a preguntarle mientras la tocaba. Entonces, Isamel empezó a emocionarse y siguió regalándole los oídos mientras lloraba.
Después, como conmovida también ante tal inesperado reencuentro tras dos meses, Baldomera comenzó a rebuznar.
"Yo también te he echado de menos, ¿eh?", le dijo feliz su dueño.