Memorable el repaso que Cayetana Álvarez de Toledo les pegó este 3 de junio de 2020, en sucesión a Pedro Sánchez, Carmen Calvo y Fernando Grande-Marlaska.
La portavoz del Partido Popular, tan didáctica como punzante, ha tratado de explicar a la vicepresidenta del Gobierno qué es “la crispación” durante la sesión de control del Gobierno de este miércoles.
“Hablemos de la crispación”.
“Este es su mecanismo: el Gobierno nombra Fiscal General del Estado a una ministra reprobada, célebre por su intimidad con el chantaje y su odio al PP. Nosotros lo denunciamos. Ustedes nos acusan de crispar. Lanzan a la Abogacía General contra la juez que investiga una pandemia que ha costado 43.000 vidas, según el INE. Lo denunciamos. Nos acusan de crispar”.
“Usan a la Guardia Civil para combatir la desafección al Gobierno y equiparan verdad con fuentes oficiales. Lo denunciamos. Nos acusan de crispar. Colocan a una asesora de Moncloa al frente de la CNMC. Lo denunciamos. Nos
acusan de crispar”.
“Llaman corrupta a la Justicia. Presionan al Supremo, reclaman indultos para los golpistas, acosan a la juez que les investiga…Lo denunciamos y nos acusan de crispar. Pactan la derogación de la reforma laboral con un partido que justifica el asesinato político. Lo denunciamos y nos acusan de crispar. Admiten, en un vídeo cristalino, que conocían el enorme riesgo de acudir al 8-M. Lo denunciamos. Nos acusan de crispar”.
"Y lo último, de momento”, cesan a un coronel de la Guardia Civil por negarse a cometer un delito. Luego mienten. Aquí, en el Senado, en Moncloa. Lo denunciamos. Y nos acusan de crispar”.
“La crispación no la causan nuestras palabras, sino los hechos de su Gobierno y deberían rectificar, empezando con la dimisión del ministro Marlaska”.
“La acusación de crispar es una vieja tradición socialista. La inició el presidente González para tapar los escándalos de Filesa, Roldán y los GAL. La actualizó Zapatero cuando sus pactos con ETA, el Estatuto inconstitucional y la debacle económica. Y ahora ustedes la reeditan. Nos quieren sumisos y silentes. Olvídense”.
Cayetana Álvarez de Toledo finalizó su intervención dirigiéndose a Grande-Marlaska, preguntándole directamente:
“¿Sr. Marlaska, qué hace usted aún en el banco azul? ¿Por qué no ha dimitido? ¿Cómo es posible que Sánchez no lo haya cesado? Márchese".
"Ni el tatuaje de su muñeca ni el título de su autobiografía dicen la verdad: usted da pena y miedo".
Grande-Marlaska lleva tatuado en su muñeca derecha la frase "ni pena ni miedo" en forma de pulsera.
Cuatro palabras que también son el título de su biografía, publicada en 2016.