La primera fase de la desescalada, la fase 0, ya ha empezado. Algunos negocios han podido recuperar su actividad.
Pero no todos. Los centros de ferretería, bricolaje y reformas siguen con el cierre echado.
Según un informe elaborado por el Foro Regulación Inteligente, España es el único país de la Unión Europea que no permite aún la apertura de estos centros.
Esta situación tiene un alto coste fiscal tanto para las arcas del Estado como para los propios negocios.
Otros países han considerado que este sector presta un servicio esencial.
El sector, rebautizado como las “farmacias del hogar”, tiene un importante impacto en la economía y en la sociedad española.
Suministros, mantenimiento, seguridad y otras muchas actividades de primera necesidad se proveen en estos centros.
Por eso, desde el sector reclaman su reapertura inteligente, con todas las medidas de seguridad y lo más pronto posible.