Miramos a un futuro donde la conexión de red será generalizada y permanente entre los hombres. Un mundo donde la inteligencia artificial se establecerá en nuestra vida diaria, hasta tal vez para conducirla por completo. Mientras que los transhumanistas creen que las máquinas traerán felicidad a la Tierra, otros, como el neurólogo Lionel Naccache, están preocupados por los efectos dañinos en las vidas de los "hombres conectados".